Crítica de cine: Thor

A priori la misión de adaptar las aventuras de un personaje como Thor se antojaba como una de las más complicadas del creciente panorama de cine superheroico. En general, todo lo relacionado con la franquicia de los Vengadores se me hacía bastante dificil de llevar a la gran pantalla, ya que estos personajes no pueden ser entendidos sin el concepto de universo compartido. Para adaptar a los Vengadores al cine hay que adaptar el universo Marvel al cine.

Sorprendemente Marvel ha sabido hacerlo de una manera que ha convencido a propios y a extraños (al menos a mi me ha convencido) hilando una trama a través de todas las películas de la franquicia pero sin olvidar que estas puedan ser disfrutables por si mismas y no solo como partes menores de una aventura mayor. Esto se logró espléndidamente con Iron Man, pero no tanto con su secuela, que quedó un peldaño por debajo en cuanto a calidad y autonomía a pesar de que seguía aportando su granito de arena a la historia que desembocaría en los Vengadores. También el Hulk de Norton, sin ser una maravilla del séptimo arte, cumplía.  Faltaba por ver si la adaptación de Thor iba a estar a la altura. Y es que, quizá Thor no sea el personaje más profundo de la editorial, pero sin duda es uno de los más peculiares. Al ser una adaptación de los mitos nórdicos, sus aventuras oscilan entre el género de espada y brujería, la ciencia-ficción y los superhéroes puros y duros. En las páginas de sus comics nos podemos encontrar gigantes, magos, guerreros con espadas, monstruos mitológicos, batallas espaciales, demonios del infierno, supervillanos de coloridos uniformes e incluso ranas parlanchinas. El saber compaginar estos elementos en una misma película y que no quede ridículo no es algo al alcance de cualquiera.

El director, Kenneth Brannagh

Por eso Marvel apuesta por un director reconocido, que aquí actúa de eficaz artesano equilibrando todos los elementos en su justa medida, haciendo que la presencia de un dios nórdico en la era de la información resulte verosímil (tanto como pueda serlo cualquier otra película de superhéroes) y que además está respaldado por un elenco de actores que cumple de sobra su función dotando de solidez a la película. Ya sabemos que  ninguno de ellos, ni director, ni actores, se hará merecedor de un oscar por su trabajo, pero tampoco hace falta. Quizá el mayor defecto de la película es que la historia resulta un poco escasa. Es una historia iniciática que plantea de alguna forma «el origen» del personaje y a veces da la sensación de que se echa en falta algo más de «chicha». Sin embargo no trata de idiota al espectador y no confunde sencillez argumental  con retraso mental.

Así pues, a mi juicio, la película no solo cumple sino que es claramente disfrutable. En ella encontramos elementos de fantasía épica, espionaje y superhéroes aderezado con toques de humor (del que hace gracia, no del que produce vergüenza ajena) y una muyyyyyy potita historia de amor. En cuanto a la adaptación de los personajes, al igual que Robert Downey Jr ES Iron Man, Chris Hemsworth ES Thor. Han clavado la elección del actor. Su representación de Thor es casi perfecta. Lo que todos habríamos imaginado del personaje, bravuconería, nobleza, generosidad, heroismo y poder. Porque otra cosa a mencionar es que no se han andado con remilgos en cuanto al poder de Thor. Uno de mis miedos era que ablandaran al personaje tal y como hicieron por ejemplo con Hulk, pero de eso nada. Aquí Thor exhibe todo su poder habiendo secuencias de lucha totalmente memorables que ponen la carne de gallina y que solo tienen el defecto de ser demasiado cortas. En esta película Thor se muestra como el héroe definitivo, el que todas las mujeres querrían como novio, el que todas las madres querrían para sus hijas y el que todos los tios soñaríamos ser. El resto del reparto también está a la altura mostrando un elenco de personajes, a cual más memorable entre los que destacan el torturado villano Loki , y como no, Odin interpretado con toda su sabiduría y majestad por Anthony Hopkins. En general la representación del mundo de Asgard es soberbia y hay algunas secuencias que dejan sin aliento por su belleza, mención aparte merece el personaje de Heimdall, que en los comics no pasa de mero secundario y que en esta película adquiere una presencia destacable para bien.

Ante tanto despliegue divino (nunca mejor dicho) algunas opiniones se inclinan por afirmar que la parte más floja es la que transcurre en la Tierra. En mi caso creo que dichas escenas sirven de contrapunto a las secuencias de fantasía heroica y sirven a la película para resaltar la peculiaridad del personaje. Además en ellas es donde tienen lugar algunas de las secuencias humorísticas más divertidas de la película, y sobretodo la relación con el personaje de Portman que sirve de anclaje humano a Thor y con el que desarrolla una historia de amor en la que personalmente encuentro más química que en muchas pasteladas de Hollywood.

En resumen. Marvel lo ha vuelto a hacer. Thor es una película bien hecha, disfrutable, épica y espectacular por momentos. Desde ya Thor es el héroe definitivo. Mi héroe cinematográfico preferido. Solo les reprocharía el que te deja con ganas de más.

No puedo esperar a ver Los Vengadores.

~ por ultronilimitado en May 7, 2011.

3 respuestas to “Crítica de cine: Thor”

  1. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿»hablandaran»?!!!!!!!!!!!

  2. Uggghhhh, mil perdones, es la influencia perniciosa de los chateos en internet, ya está corregido. Voy a flagelarme un rato como castigo.

  3. […] por delante que soy un gran defensor del primer Thor, como se puede leer  aquí, pero tras ver esta secuela no cabe duda de que supera a su predecesora en casi todos los aspectos. […]

Replica a Crítica de cine, Thor: El Mundo Oscuro | Las interacciones fundamentales Cancelar la respuesta